lunes, 26 de marzo de 2012

El Mascún y Rodellar

    Después de comer iniciamos el descenso hacia Rodellar, el inicio y el final de esta fantástica andada.  Pero antes de concluirla aún nos vamos a topar con una grata sorpresa, los cortados y las agujas del barranco del río Mascún, que aunque esta vez seco, se abrirá ante nosotros con una majestuosidad inesperada.

Barranco del río Mascún

Formación rocosa en el barranco del río Mascún


 Cuca Bellostas y parte de la Ciudadela

    Y en este punto volvemos a recordar la casa de nombre Bellostas de Otín, y de la relación que tiene con esta aguja a la cual los vecinos de Otín llamaron la "cuca" de Bellostas o lo que podría ser la "picha" de Bellostas, debido a que un integrante de esta familia aprovechaba cualquier ocasión para alardear de virilidad y tamaño, lo cual parece que acabó con la paciencia de los vecinos, que se tomaron la libertad de bautizar esta aguja así en venganza.

Barranco de Mascún con la Ciudadela y la "Cuca" Bellostas al fondo

    Con el nombre que sea lo cierto es que el paisaje que vamos dejando atrás es espectacular, las formaciones rocosas se suceden continuamente, tomando formas caprichosas que el agua y el viento siguen moldeando.
    Poco a poco vamos llegando a la meta de esta ruta, Rodellar. pueblo pintoresco que bien merece un paseo entre sus viejas casas y rincones, para terminar el día.

Rodellar

Oraciones al viento en Rodellar

Salud.

(Información obtenida
sobre la Cuca Bellostas en: http://a0avista.blogspot.com.es
Y sobre la casa de Cosme Bellostas en: http://www.casaspirineo.com)

jueves, 22 de marzo de 2012

Otín

    Vivir en estos parajes desolados tuvo que ser sumamente complicado para los ochenta vecinos que habitaron Otín hasta la década de los sesenta, cuando se abandonó el pueblo y sus tierras. Ahora pasear por sus calles llenas de vegetación y entrar en sus casas derrumbadas por el tiempo se convierte en un acto de nostalgia, de recuerdo de esas gentes que hicieron de este territorio su hogar.

 Otín

 Otín

   Otín

     El pueblo, dividido en dos núcleos observa el paso del tiempo y de las personas que o bien siguiendo el camino que hemos seguido nosotros o bien remontando el curso del río Mascún visitan sus casas y calles.
En el núcleo alto, que se encuentra encaramado en una pequeña loma, se encuentra la iglesia, que solo conserva las paredes, y alguna casa, si bien en esta parte se encuentra también la casa de Cosme Bellostas.

 Iglesia de Otín

 Casa de Cosme Bellostas

    En esta casa se hospedó el pirineísta Lucién Briet en 1908, cuando llegó a estos parajes para explorar el inhóspito barranco de Mascún. La casa se levantó en 1843 y es la más imponente e importante de todo el pueblo.
    Esta casa también tiene una historia más mundana, pero la contaremos más adelante, cuando lleguemos a ver la gran aguja de piedra llamada Cuca Bellostas, en el barranco de Mascún.

    Ahora es hora de reponer fuerzas para poder seguir con nuestro camino.

Salud.

lunes, 19 de marzo de 2012

Cerca de Rodellar

   Hace dos semanas visitamos el pueblo de Rodellar, lugar de escaladores y barrancos, con el objetivo de recorrer parte de sus caminos hasta el pueblo abandonado de Otín, y regresar desde allí por el barranco de Mascún.
   La primera parte del recorrido se realiza a través del barranco de la Garganta Baja o Andrebot, pasando primero por la surgencia del Mascún, lugar de aguas cristalinas y calma encajada entre paredes de piedra, trabajadas por el tiempo y el quehacer de los escaladores. Es fácil imaginar en época de deshielo que la calma se quede olvidada.

Agua cristalina en la surgencia del Mascún.

    Tras ascender, no sin falta de esfuerzo, a través del barranco, llegamos a uno de esos lugares que llenan nuestra geografía de misterio y leyenda, ya que no en vano los antiguos moradores colocaban sus enterramientos, sus dólmenes, en terrenos que para ellos eran especiales, llenos de significados que ahora, en su futuro, nos han quedado olvidados.
    
  Dolmen de Losa Mora.

    Desde que se visita el dolmen un halo de misterio nos va acompañando por el camino, la luz de estos días de invierno hace que los colores de las piedras y los erizones, las carrascas y el boj, hagan esa sensación aún más palpable.

 Cabaña entre Losa Mora y Otín.


                                                               Cabaña entre Losa Mora y Otín.
    
    No nos encontramos a nadie por estos caminos, lo que hace que nos sintamos más solos si cabe. A través de campos de cultivo abandonados hace ya muchos años, no podemos dejar de pensar en lo duro que fue vivir y trabajar aquí. 
    A lo lejos ya se ven las primeras casas de Otín, pero esto lo dejaremos para otro día.

Salud.
   

lunes, 12 de marzo de 2012

Desde Gratal.

    Hace unas semanas subimos al Gratal, uno de las peñas más características de los alrededores de Huesca.  Fue una ascensión un tanto dura, por el frío al principio, por el ritmo y por el desnivel, sobre todo en la última parte del recorrido.


Pico Gratal desde el norte, al fondo se ve el Moncayo cubierto de nieve.

Pero todo esto queda olvidado cuando desde la cima observas lo pequeño que es el ser humano comparado con lo que estás viendo a tu alrededor.


 Panorámica desde el pico Gratal.

    El Tozal de Guara a la derecha, pasando por el Turbón al fondo entre el Tozal y el Pico del Águila. Más a la izquierda Cotiella y Aneto,  Posets y Punta Suelza. En el centro Las Tres Marías, Monte Perdido, Cilindro, Marboré, Torre, Casco, Taillón, Otal. Y más a la derecha Tendeñera, Vignemale, Sabocos y Balaitus.

 Cuando desde abajo, habiendo descansado ya,  recuerdas el camino realizado, solo puedes pensar en el siguiente reto, el siguiente punto desde donde volver a observarlo todo.

Salud.

jueves, 8 de marzo de 2012

Un sofá rojo.

    Hay cerca de mi casa, al lado del camino que da servicio al Canal Imperial varias casas en ruinas, torres que no tan antaño serían lugar de residencia de alguna familia y que ahora sirven como lienzo para el desfogue de grupos de jóvenes con ganas de ser artistas, o como techo para indigentes y transeúntes sin hogar, o como refugio para algún yonki con ganas de curar su ansiedad.
    De todas formas las ruinas de las que os hablo, no están tan cerca de la civilización como para usarlas de alguna de estas maneras, así que aún es más interesante adivinar quién osaría subir hasta la terraza de esta casa ese sofá rojo destartalado.

  

    Encarado hacia levante, hacia el amanecer, y dando la espalda al ruido de autopistas, trenes y aeropuertos, siendo testigo de como se talaron los campos de olivos que lo rodeaban, de como el resto de torres fueron cayendo y de como las carreteras y las urbanizaciones se fueron acercando y cercandolo, de como crece la ciudad, y teniendo la certeza de que en algún momento será engullido por ella, sigue allí donde lo dejaron observando el amanecer todos los días.

Salud.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Paseo de invierno.


  Pasear una mañana de invierno por los alrededores de Zaragoza puede ser un acto de valentía o de estupidez, según se mire. El viento y el frío harán de la ruta un tortuoso camino, pero el resto de elementos conseguirán, cámara en mano, que valga la pena.

    Deshojados chopos y secos juncos abatidos por el viento en el camino de la Alfranca, azules y ventosos cielos sobre el río, o incipientes flores de la prematura primavera que aún no debe llegar.


    Si además mientras caminamos y disparamos, podemos conversar, la ruta se convierte en la mejor manera de vivir una mañana de invierno.


(Puedes seguir viendo mas imagenes de este paseo en mi galeria de Flickr )
 Salud.