Son tiempos de sequía, necesitamos que llueva y tal cosa no sucede. Cualquier paseo por el monte se convierte en un paseo entre polvo y tierra que reclama agua sin obtener respuesta del cielo.
En los recorridos donde hace años el agua acompañaba con su sonido nuestro camino, hoy es algo extraordinario oírla y verla.
Riachuelo en el camino de Santa Orosia
Hace unas semanas realizamos la ruta de Yebra de Basa a la ermita de Santa Orosia y al pico Oturia, la ascensión se realiza por un barranco en cuyo fondo se encuentran las ermitas de La Cueva y San Cornelio, incrustadas en la roca. Casi no hay rastro de la cascada que se precipita desde encima de nuestras cabezas hacia la profundidad del barranco.
La Cueva y San Cornelio
Estas dos ermitas dan inicio a la segunda parte de la ascensión, por una
faja que nos llevará por varios santuarios rupestres, todos ellos
utilizando la roca como refugio, hasta que al fin alcancemos los llanos
donde se encuentra Santa Orosia..
Ermita de Santa Orosia y pico Oturia al fondo
Desde aquí subir al Oturia no tiene pérdida, en todo momento observas su cumbre, pelada por el viento y las inclemencias meteorológicas. Nosotros elegimos subir dando un rodeo y descender de forma más directa, teniendo en cuenta que los senderos llega un momento que desaparecen.
Vistas desde Oturia hacia el NE
Desde la cima el espectáculo es emocionante, hacia el noreste podemos observar todo el Sobrepuerto, y al fondo las moles del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, los grandes picos en esta ocasión no los vemos.
Hacia el noroeste podemos ver Sabiñánigo y todo el valle que nos lleva hasta Biescas, el cual se intuye hacia el norte, y más al fondo llegamos a ver Jaca con la peña Oroel como guía.
Vistas desde Oturia hacia el NO
Salud.
