A ultima hora de la tarde, el Cantábrico se encontraba algo inquieto. Los restos de la niebla y el viento no hacían presagiar una noche tranquila. Aún así, decididos como somos a dar un paseo aunque caigan chuzos de punta, nos adentramos en esta playa y como no las fotos no se hicieron esperar. Esta vez hasta sacamos el trípode y nos dispusimos a llevarnos un pedazo del océano a Zaragoza.
Entre la playa y el penal del Dueso
Berria
Berria
Esperando la marea
Rocas en Berria
Berria con el Dueso y el monte Buciero al fondo entre la niebla
Salud.