domingo, 27 de enero de 2013

Ebro desbordado

    Y no fue para tanto, nuestro río llegó alto pero no más que otras veces. Eso sí, a mi me sigue impresionando, oír como ruge y ver la velocidad a la que mueve inmensos troncos me sigue cautivando. 
    Luego vendrán los debates sobre limpiarlo, dragarlo o dejarlo como está. Las riadas seguirán llegando, el Ebro seguirá hablando, y todos nosotros seguiremos sordos.

 El río ocupa su sitio

 Cormoranes observando la inundación

 Pabellón puente

Expo-agua 2013
 

Salud.

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