Y este es el resto de imágenes de esa tarde en la estación. No se a vosotros, pero a mi me sigue gustando viajar de vez en cuando hasta Canfranc, para pasear entre el olvido del que somos capaces los seres humanos. Para observar como año tras año se deja caer un edificio que ha visto pasar gran parte de la historia española y europea del siglo pasado, y eso que hace poco se restauró su cubierta.
No se puede ver ya a través de sus ventanas tapiadas y valladas pero si se puede pasear entre los pinos que pueblan ahora sus vías. En fin, viajar hasta allí para comprobar como la estupidez humana sigue poblando las decisiones económicas y políticas en el siglo XXI.
Vía muerta
Interior de los talleres
Exterior de los talleres
Convoy abandonado
Una grúa
Salud.
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