Ibón de Catieras

    Parece que siempre que nos vamos a caminar a la montaña nos pasa lo mismo, no nos pueden dar ni un momento de descanso, fue empezar a andar en Panticosa y comenzar las cuestas hacia arriba casi sin descanso. Aparte queda el hecho de que como siempre escogemos el camino más largo, así que con estos preliminares no debía defraudarnos este bonito y solitario ibón. También es de reseñar que contratamos el tiempo estupendamente y aunque el día  parecía que sería caluroso, nos dio un respiro y cada vez que salíamos al sol llegaba alguna nube que nos ayudaba a pasar mejor los 1100 metros de desnivel que nos separaban del ibón de Catieras.

 Rebaño de vacas y caballos

Valle del río Laulot

 Ibón de Catieras, escondido y solitario

 Casi tocamos el cielo

(En el centro al fondo Tendeñera con sus neveros, hacia la derecha al fondo se encontraría Panticosa, detrás nuestro a unos 400 metros el ibón de Catieras)

 Desde el collado de Yenefrito, el pico al que llaman el dedo de Dios,

 al fondo Panticosa y más allá el valle de Tena.

Salud.